Es un grupo de jóvenes entre las edades de 12 hasta los 25 años edad, Este grupo es dirigido por: Érica Cruz y Felicia Matías. Cada viernes se reúnen para dar alabanza y gloria a Dios. En este lugar los jóvenes se sienten identificados unos a otros y participan de diferentes actividades, dinámicas y predicación.

Para la comunidad Hermanos Unidos en Cristo es muy importante el desarrollo espiritual de los jóvenes. Hoy en día hay muchos jóvenes tristes y deprimidos por la falta de amor en los hogares; se sienten pocos comprendidos por sus progenitores. Es por esto que muchos de ellos buscan en las amistades lo que no tienen en el hogar. Entonces, encuentran en las gangas, las pandillas, etc. esa fraternidad y deseos de ser aceptados.

Dentro de un grupo determinado. El sistema de esta época, donde los padres y las madres, debido a la crisis económica, trabajan fuera del hogar causa que los hijos crezcan prácticamente solos, sin la supervisión adecuada de un adulto. La televisión, los juegos electrónicos y la computadora, me atrevería a decir que están suplantando el amor de los padres.

Inconscientemente se sienten culpables de no estar con los hijos y les compran todo lo necesario para llenarles el vacío; cuando amor con amor se paga. Muchas veces en su desespero no saben cómo corregirlos y los maltratan sin querer al ver que los niños no comprenden el esfuerzo sobre humano al cual tienen que someterse por la economía.

Es importante que el tiempo de calidad que se comparte con los hijos. Esto determinara su salud mental, emociona, sicológica y espiritual. En el amor de Dios corregirlos y dejarles saber que la autoridad plena en el hogar viene de Dios. A veces al imponerles a los hijos reglas pesadas y hablarles con dureza no resuelve nada. Hay que vivir el amor fraterno.

A los hijos Dios les dice “Amaras a tu padre y a tu madre y tendrás larga vida”.

A los progenitores, “Y ustedes, padres, no sean pesados con sus hijos, sino más bien edúquenlos usando las correcciones y advertencias que puedan inspirar el Señor.” (Efesios 6:4).