Aunque me parecía normal beber ya que me enseñaron que para ser hombre tenía que aprender a beber primero por lo que con apenas 13 años ya consumía bebidas alcohólicas y fruto de ello quedé encerrado en mi propio circulo vicioso. Desde los once años traté de independizarme económicamente y empecé a trabajar todos los veranos en N.Y. y con ello podía comprarme todas mis cosas. Es así como por la ambición al dinero empecé a querer más y más cada día para luego gastarlo en juegos de tragamonedas, lo cual era otro de mis vicios. Cuando gastaba lo que tenía, llegaba a robarles a mi madre y mi familia todo lo que podía para así saciar mi vicio a los juegos. En mi búsqueda de la felicidad equivocada me encontré con la pornografía la cual utilicé como un escape que sólo me saciaba por un instante pero que cada día me hacía más y más infeliz, por lo que pasé a buscarla en mujeres a temprana edad y en las discotecas de las cuales no salía hasta que no se cerraban las puertas. Por esto mi madre y yo cada día más nos pegamos en discusiones acaloradas. Fue así que conocía el vicio de las drogas que ya había entrado a consumir parte de mi familia. Pues yo fui traficante a los 13 años de drogas pero por poco tiempo y nunca consumí dicha sustancia porque veía los resultados negativos que le dejaba a los que la consumían en mi familia. Pero a los 19 años salí con un amigo narcotraficante que me invitó a salir esa noche a la Discoteca a pesar de la negativa de mi madre a que saliera esa noche pues al otro día era el bautizo de mis dos sobrinas.
Solo recuerdo que esa noche bebí un sorbo de una sustancia que creía era alcohol, pero nunca más supe de mi hasta que me presente intoxicado en casa y me di cuenta que me habían drogado pero por la Gracia Divina no me pasó nada malo ya que esta no fue la primera vez que por esta bebiendo y manejando estuve a punto de perder la vida. Por invitación de una muchacha que me interesaba a pesar de tener varias novias al mismo tiempo fui a un retiro donde me di cuenta que mi vida había caído tan bajo y que solo yo ya no podía controlar mis vicios. Fue entonces cuando decidí empezar a asistir a misa y a un grupo de oración. Luego de participar en varios retiros me invitaron a formar parte del grupo de jóvenes de mi parroquia Ovejas de Jesús con quienes me inicie sirviendo en el coro de la iglesia y luego como servidor y predicador de la Renovación Católica Carismática de la cual formo parte ya por alrededor de 20 años. Mi amado Jesús ha renovado mi vida, mi familia y me ha permitido llevar la palabra de Dios alrededor del mundo, anunciándole a los cuatro vientos que Jesús está Vivo.
En la actualidad soy miembro fundador de la Fundación HUEC en NY. Doy gracias a Dios que puso al hermano Pepe en mi camino de FE ya que fue El quien me inspiro a trabajar con esta Comunidad HUEC desde mi llegada a NY en el 2008. Hoy soy Consejero graduado de la Oficina para el Tratamiento del Abuso del Alcohol Sustancias Narcóticas (Drogas) en el Estado de New York y gracias a ello he trabajado por más de 2 años para programas de tratamiento para alcohólicos y drogadictos esta ciudad como EL Regreso, Inc. Desde el 2011 iniciamos junto al hermano Pepe la Comunidad Terapéutica HUEC en Santiago y próximamente también iniciaremos labores en esta ciudad de N.Y. Dios ha estado grande entre nosotros y por ello estamos muy alegre de pertenecer a esta Comunidad HUEC, donde he encontrado una verdadera familia de Hermanos Unidos en Cristo y en donde gracias a una misión que me enviaron a realizar a R.D. en el año 2011 Dios tuvo misericordia de mí y me regaló la que hoy es mi esposa la Dra. Reyna Vásquez, madre de mi primer hijo Dowry Emmanuel, el cual es un hijo de esta comunidad. Por eso lo acabamos de bautizar en esta cuaresma junto al Hno. Diacono Jany Díaz, y a mi compadre Feliz Rodríguez.